miércoles, 27 de abril de 2011

Un toque técnico en Buenos Aires

Nuestro vuelo llegaba a Buenos Aires, ahí estaríamos una noche y a la mañana siguiente debíamos partir a Uruguay.


Luego de un largo viaje con escala, llegamos al aeropuerto, exhaustos, con un calor gigantesco y con ganas de ver un cartelito con nuestros nombres que indicaría que el Hostel nos había ido a buscar.
El cartel nunca apareció. Cuando ya habíamos decidido irnos solos, descubrimos que la persona de nuestro Hostel estaba ahí, en toda la puerta del Aeropuerto, con un cartelito que decía de todo, menos nuestros nombres. ¡Los tenía mal escritos!
Nos subimos al taxi y un chico nos condujo a la ciudad mientras nos contaba sobre lo que nuestros ojos veían en el recorrido, sobre los mejores lugares para conocer, para ir y caminar.
Esa mañana del 22 de mayo llegamos al Hostel, nos registramos, lanzamos todo en la habitación y salimos enseguida a caminar, a recorrer, a disfrutar de los buenos aires de esta tierra.
Estábamos en Salta 170, muy cerquita de una parte importante de la ciudad. Pusimos un pie en la calle y nos sentimos abrumados. La ciudad se sentía gigante, arropadora.
En el primer local que pudimos compramos la Guía T, un instrumento obligado para todos los turistas que van a conocer Buenos Aires, pues ahí tienes mapas, rutas de bus, rutas del sub t (metro)… y todo lo que necesitas saber para estar siempre ubicado.



Llegamos hasta Puerto Madero y ante nuestros ojos un anaranjado atardecer. Estuvimos ahí contemplando, filosofando sobre la vida, hablando de cómo podríamos generar espacios de encuentro y de disfrute en nuestro país. Luego pasamos por el Buque Bus, para comprar el boleto rumbo a Colonia de Sacramento – Uruguay. Esto debido a que el 23 en la mañana debíamos cruzar el Mar de Plata para llegar a una nueva nación.
Esa noche caminamos de vuelta al hotel, curiosos, con ganas de entender ese monumento que estaba ante nuestros ojos, necesitando descifrar el entramado, teníamos unas ganas gigantes de hacer manejable una ciudad que nos tenía curiosos.
Evidentemente eso no iba a ocurrir en una tarde. Ya tendríamos tiempo para esto a nuestro regreso. Ahora las energías debían concentrarse en Uruguay y las grabaciones que allí se harían. Volvimos a preparar maletas y a la mañana siguiente, bien temprano, estábamos de nuevo en modalidad VIAJE.
En el Buque Bus nuestros corazones y expectativas decían: ¡Próxima Parada… Colonia de Sacramento!

No hay comentarios: